lunes, 10 de noviembre de 2008

esta noche vienen a visitarme las hormigas, comen de uno de mis pechos, se trasladan azarosas, comestibles comedoras por algunos resquicios olvidados, se columpian hambrientas entre mis cabellos, duermen ovilladas en el laberinto de mis oídos, chapotean en las comisuras de mis labios, introducen sus patitas en mi ombligo, patinan sexo abajo. Se disfrazan y desdisfrazan, con los vellos como lianas.

un paseo onírico


domingo, 9 de noviembre de 2008

creciste la tierra
según tu corazón
cuando estabas sola

miércoles, 5 de noviembre de 2008

relato para dormir melancólica

esta noche me fugue por el lado más débil de la astucia, había caminado 60 km para llegar a algún lado, 60 era sólo un número para compartir con los operarios de estas calles, mientras trajineras de asfalto llenaban los ojos de transeuntes deperdigados, que como zombies seguian la huellas ocultas de quien sabe que espéctaculo hipnótico.

me arrimé a un árbol sospechando que encontraria un poco de cobijo en medio de esa noche falsa llena de sueños zurcidos a la orilla de mis pechos, sospeché que mi vientre pequeño mar de pajaritos recien despertados no trinaria tan fuerte como para escapar de ese mal sueño.

sí, me fugue torrente marítimo en busca de tu cara hundida en el horizonte oscuro de un asiento, busqué afanosamente encontrarte en medio de esa arena oscura, de esa penumbra que se revolvía aparentando 3ra dimensión, el volumen de tu cara que a su vez buscaba la mía.

como la linterna de un poli intentado el chantaje, la ciudad me devolvio a ese estado de negación de la conciencia, no quería reencontrarte en otro espacio fuera de la nada oscura de la noche, no quería retenerte demasiado porque para entonces las luces habían obrado sus encantos entre otras sábanas, entre múltiples cuerpos sobrvivientes en mi memoria.

y aunque perdí mis alas en algún vagónde metro, o elevador silencioso, todavía puedo levantar el vuelo con la viveza que cualquiera lo hace en estos casos, todavía me escabuyo por las rendijas que quedan entre vigilias, toco el pellejo absurdo del manto oscuro del firmamento, y sigo así, bailando los recuerdos de esta noche que aún no acaba.

martes, 20 de mayo de 2008

poesía de la verguenza

orgullo

No voy a ocultar las cosas que me duelen, soy tilde puesta en mala sílaba, la palabra que me describe se rompe por moléculas inestables que no logran hacer amistades entre sí, no voy a ocultar lo que me duele, el grito atroz disimulado con agujas, la ausencia que se pide y se presta para los días de lluvia que nunca llegan,
así las cosas no tienen sentido, se descosen, hay que hilvanarlas de nuevo en una procesión interminable de remiendos, tengo el corazón remendado una y otra vez al infinito, no recuerdo haber tenido el corazón entero alguna vez, ni en el vientre de mi madre. Nací despedazada, cortada por una mitad cuyo sentido o dirección nunca he encontrado.
Tampoco puedo decir que he sufrido demasiado, es que no sentirse entera nunca es doloroso en sí misma, es una búsqueda convertida en la hazaña de mi vida. Es algo corporal, denuedo histórico de mi ser quemado en cada parte cicatriz sobre cicatriz, amalgama feroz de sobrevivencias insistentes, de no querer quedarme en el camino sin mi búsqueda, sin eso que soy yo en cada instante y me avergüenza, y me castiga.

No voy a ocultar las cosas que me duelen, ni las rotas avestruces de mi jardín, talladas por el jardinero con esmero del arbusto.

No voy a ocultar lo que me duele porque quizá ya era de hora de decirlo, de lloverme sobre mí misma con descaro, no voy a cambiarme por otra porque esta que soy yo es lo único que tengo y lo defiendo, no voy a permitirme tratar de devolver el cuerpo sino es a mi propia resistencia de la historia.
No hay nada más que tenga que decir, porque ya no hay nada en la tabuco de mi vida, queda todo expuesto entonces, para que vengan los perros de la vida y destrocen lo poco que perdura.
Así enfrento yo a la adversidad, con el pecho abierto porque aunque frágil es lo más resistente que me queda.

jueves, 15 de mayo de 2008

poesía de cama

“La parábola siniestra”

Esa noche te clavaste ansioso de mi carne
absorbiste mi sangre violácea de heliotropo
que escurría ingobernable por mi raja,
aspiraste el manto cruel de mi hendidura
sanguijuela voraz succionaste mis pezones con esmero.
Una y otra vez arremetías s u a v e y duro.
Mi grito feroz te complacía
la noche fugaz estre-meciendonos
pubis erectos en la cuneta de la noche
vaivén enredado de babas, suculentos estertores,
palabras obscenas provocadas por tu verga.

(Más me hubiera valido condenarme en ese sórdido tallar del alabastro,
para no masturbarme frenética con esta historia cada vez que se presenta
con su trémulo olor de aguaceros, con su cargado sabor amargo de tu semen,
con la mordida doliente de ahorcar tu grito,
verte suplicar bendiciendo el sagrado paladeo de mi vagina…)

Estábamos rotos descocidos de placer, nos desbordábamos,
no había un descanso, ni un abajo, ni un arriba.
Cogimos así infinitamente hasta clarear la madrugada,
como un círculo, una orquilla enterrada,
un contonear de marea, los bajos vientres embrujados,
la obsesión oscura esa de gritarte palabras puercas de piel, hastío y sangre
así, así, así, sólo una indicación geográfica del cuerpo,
no la podredumbre cáustica que nos poseía,
no la sin razón de pechos erguidos, dolorosos.
Nada podría repetirse con palabras,
que este cuerpo de canto rodado te recuerda,
en esta parábola siniestra.




“la forma"

La forma en que entras en mi cántaro
esperando ser llenado,
que amplias la distancia de lo inmaculado
por la historia,
no me imagino dejar de mostrarte
el halago fácil de tu verga,
el alto grado de tus nalgas,
la coraza rota cada vez que comienzas,
no imagino cortarme y echarme las heridas
entre la hendidura de mis piernas,
siento el fascinar tranquilo y ágil
fuerte y violento de tu embestida.
Nadamos,
es algo como nadar lo que sucede entre nosotros,
como en una balsa,
como algo que se mueve sólo,
y tu y yo encima viajando a velocidad estrepitosa,
entre aguas, luces,
sensaciones de pasos fuertes, seguros
pero líquidos y sabrosos.

poesía de pájaros

Poesía de pájaros I

Me lengüiritas y me arrepretujas
Me sobrepones con mi rembrujos
Me cululeyas las festifloras
Y me revientas las lolejanas
Con torbellanas de tus aletas
Que como plumas de cigofonte
de los coroles dejas cayendo
un cadena pruca que pruca
el movimento de tu calele
y el cigofonte de tu cabello.

Poesía de pájaros II

Una vez Cortázar vio un pájaro chocar contra un vidrio
Otra vez el pajarito se metió a casa de mi abuela o de mi tía
En otra ocasión lo encontré bajo un árbol y le di moscas pa comer
Leí un cuento tenebroso sobre él
Una cinta de cabello traía impresa sus palabras
Documentales de tantos lados llegaron a la pantalla
Sentí rozar su alitas pequeñas mientras lo guardaba en una loncherita amarilla
Pa llevármelo a la escuela.
Una vez tuve un pajarito, y tal vez fue el mismo de Cortázar, de la casa de mi tía o de mi abuela, del árbol del cuento, de la mosca, del cabello, de los nidos sobre el calentador de la casa, de las cientos de plumas que he recogido en las calles tal vez deseando un reencuentro, pero hay tantos que alguna vez tuve, vi sentí volar se fue,
por eso tuve que escribir el cuento de un hombre que sacaba a pasear su corazón que traicionándolo y volviéndose un pájaro huyó.

III
Solía volar cuando era necesario,
Tocar los velos los murmullos de las cosas moviéndose levemente bajo las copas de los árboles, el sonido del pasto, el largo pasto, bailando bajo la lluvia,
Esos días rafa y yo sentíamos el cuerpo frío de tanta agua y ganas de seguir volando sobre una ciudad subibaja, espacios reconocidos hasta sus pequeños detalles, encontrábamos ciertos personajes que nos acompañaban como lilas por el camino, y eran hermosos y usaban perfumes de colores y volaban con nosotros.
Éramos una y otra vez esos reptiles con alas, que no tiene nombre por que a diario se reinventan (lo reinventábamos). Jugando serpientes hacíamos palabras escaleras que transportaban una terraza hacia algún sitio barranca abajo, donde semillas, raíces y ranas cantaban despacio. Curiosamente en esa época jamás fumamos marihuana.

poesía de lo onírico

Lírico-onírico
Soy una bailarina
colgada del cosmos,
danza errática,
estrellas por vestido,
naturalezas muertas.
Soy la que rompió el ocaso
en un clamor,
soy violentos aguaceros
enroscada en la bañera,
el pálido mutar de la agonía,
una bailarina de momentos,
manoteo feroz
de la sobreviviente de un naufragio,
soy sol y soy augurio,
el rostro roto
de lo que debía construirse,
la ballesta de una sirena
o una tortuga voladora,
la zapatería del ciempiés,
la hermana presta
del descanso,
la lucha interna
hecha revoltijo,
soy la cima y soy la falda
la apertura de la nube
el columpio ceñido
de las letras,
el copal ardiente
del desnudo,
de una costurera
la mano ágil,
bailarina alada
enferma de complacencias,
tullida de ecos discordantes,
sonriente de un salvaje retozo,
carcajada suelta
de tanta libertad,
criatura tuerta rota,
a veces hasta enmudecida,
silenciosa por convicción
o por desgano,
bailarina en el espejo
la que se mira mirar
y no se arredra
rompiendo el paso monosílabo
del amor,
la nota tenue de la gota
sobre el charco,
el sonido caída-jacarandas-suelo
con los labios agasajados
de besos y de nombres,
pies que bailan solos sobre el lamento seco
del liquidambar,
cric, crac, crec,
suenan las hojas
mientras el río húmedo
de mi entrepierna
ronco cruje la rama.
Un vientre urdido
por la cuchara media luna.
Soy soñolienta o soñadora.





El deja vú de los aires

El rompimiento repetitivo
de un recuerdo,
la sucesión oscura, enmascarada,
el tremendo crepitar
de mil presagios,
una voz que llama …
ninguna que contesta …
el viento extraño
removiendo los cabellos y las ropas,
un sendero entre los sueños creado,
una mano firme que sostiene
los hilos del titiritero.

Poesía de peces

Versión 1

Hay historias de peces
que toman a los mares por caminos,
salen de las cuevas bocas que se expanden,
hacia recovecos húmedos
de carnes agitadas, sudorosas.

Habemos cuerpos largos
con aletas de colores,
tramando espacios
para compartir aberturas,
animales marinos, azulosos líquidos,
sequedades.

Versión 2

Con ese pez entre las piernas,
esa cosa viva removiendo las aguas,
ese pez metido buscando
líquidos plácidos, susurrantes
como rezos ardiendo
en la noche

i n t e r m i n a b l e

de mi pubis.

15 de abril, poesía de cocina

5 retrospectivas alrededor de la cocina

I

Verde verde
Verde
era la rara cocina de
mi madre

II

Duro el oscuro pan
que ella elaboraba


III

Suaves los antebrazos flácidos
de mi bisabuela ciega
escuchando recetas en la radio


IV

Silencio y nocturno
el manto lloroso de mi abuela viuda
rememorando el exigente paladar
de su hombre ausente

V
Luminosas las 3 de la tarde
en que todos sentados
departíamos el producto verde
verde verde
de la rara cocina de mi madre

viernes, 15 de febrero de 2008

valpo


valpo













valparaiso







los murales de la calle de Templeman











termino ese viaje...

10 enero 2008
Este invierno indeciso,
invertebrado,
fisurado por el andar descafeinado de la gente,
ombligo del mundo,
luz de luces en el centro de la luna,
ácido cuenco,
desfigurado.
…………………………………….
La poesía me llena
los ojos de flores
que crecen alrededor
de mis párpados,
estrellas que penden
de mis pezones
como marionetas felices,
de las puntas de mis dedos
brotan retoños de amapolas,
y de mi pubis crecen
como muñones
poderosas zetas hermosas,
peligrosas y dulces.

al regreso...

15 de dic 07
Alma mía,
Estoy otra vez aquí,
perdí mi lápiz,
mis tres dedos debajo
de las tetas,
los tibios besos
que soñé aquella tarde
de colores.
Perdí la cruz del sur,
de la cordillera de los andes,
las noches bajo
las estrellas afanosas,
debajo del mundo,
de otros tiempos
en que estuve enferma y fui feliz.
Alma mía,
pedacito de carne
de mi cuerpo frágil,
ayúdame,
quiero volverme a la
Argentina.
………………………….
17 de dic 2007
Estoy aquí,
del otro lado
del abismo,
donde las cosas
no se encuentran
unas a otras,
donde la distancia
entre los pies
y la memoria
se pierde en el pálido
resonar del agua estancada,
del vaivén cansado
de un cuerpo
solo solo
resistiendo a los días
que se avecinan.
………………….
27 de diciembre07
Ya estoy así
como anegada,
ofendida por mí misma.

dedicados a Argentina

6 dic 2007
Estoy llorando, lloro por ti,
por la despedida,
por el cuerpo que sufre de la ausencia,
por la frágil parte que se rompe,
despedazada, muere, se retuerce.
Estoy llorando en la penumbra-medio día,
con los pies llenos de historia.
Estoy llorando
con este dolor que sabe a miedo de dejarte
a esta lucha partida a la mitad,
por las cosas que no viví contigo,
estoy llorando,
inútil, trágica al punto del desastre,
porque no hay cosa más hermosa
que enamorarse.
……………..
7 de dic 07
Estoy triste, pérdida,
nunca, nunca, nunca
arrepentida
6 de dic.2007
Eres suave como los copos de nieve de los andes
1 dic 2007
Hiéreme hostil o no hagas nada
1ro. de diciembre 2007
Lo intento,
Acá, en otro mundo
que no he decidido,
intento tocarme, ser tocada,
abrazar el peso de los días,
atreverme a ser atravesada,
cómo por qué voy para dónde…
las preguntas se formulan
como caramelos aplastados, ahí,
inservibles pero dulces.
17? nov 2007
Y qué es esa cosa
que es amor
y que yo siento,
y qué es,
qué me dice
por qué me habla,
por qué se siente tenso,
raro, enrarecido,
por qué viene pensando en el pasado,
por qué no se detiene y se dirige,
por qué no me respondes las preguntas.
17? nov 2007
Mi sur es el norte de otros lados.
17? de nov 2007
Quiero llenarme
de olvido,
de ese gris
rosáceo, azulado,
de esa materia
transparente roja,
es el pasado.
17 de nov 2007
Una sola poesía
exhacerbada, rota, rota,
descubierta,
una sola poesía
una sola,
que habla de lo que nunca
he hablado.
Una sola poesía
una sola
que no sea ya
de signo impedimento.
17 de nov 2007
Mi columna que ha agarrado su camino,
decidiendo desviarse a otros campos,
mi columna que rota sus queridas manecillas,
vertebra a vertebra,
busca el camino que la llevará a casa.
9 de nov 2007
Mejor es no tener nada,
por lo menos, nada
que no quepa en el bolsillo,
nada que no pueda llevarme
por el camino,
conmigo.
Colonia de sacramento, Uruguay, 7 de noviembre de 2007.
Los viajes y los amores
que han viajado conmigo,
los besos que nos dimos
a la mitad de esos caminos,
los besos que se quedaron
para darse a la vuelta y no llegaron.
Esos amores grandes,
llenos de vida,
esos amores que se quedan guardados
en los rincones más estrechos
de la memoria.
Esos amores
que han viajado conmigo.
6 de noviembre 2007
Los colores de las nubes se entremezclan azules, verdes, moradas, morado grisáceo, blancas con el fondo azul intenso, todas están del modo justo, tomando la forma indicada para asistir al ocaso.
1 noviembre 2007
Las palomas de Buenos Aires
tiene sus picos muy chistosos.
Andan traviesas, descabezadas,
locas como son en cualquier parte del mundo,
pican aca, pican allá.
Descansan reposando sus plumas
que el aire juguetea.
Caminan moviendo sus cabezas en zigzag.

6 de noviembre de 2007
Buenos Aires está lleno de tinieblas,
la gente sale por las noches y los crepúsculos,
se escuchan las pisadas de los monstruos
que no acaban de pasar.
Buenos Aires está llena de tierra fétida,
de entrañas, de dulces estertores,
de cruentos regocijos por donde danza la ira.
Buenos Aires tiene alma de murciélago
y sus luces son finos filamentos
de la ordenada vida que sus habitantes gozan.

primeros días en argentina

Escribir echada en un costal,
creciéndome gorgojos en la piel.
Escribir con las lunas de octubre
pisándome los pasos,
y los gallos que vienen
con los ojos cerrados
y el canto mirando hacia el sur
y el callado canto
Girando girando girando
Girando
en el silencio

martes, 22 de enero de 2008

playa viña del mar


escrito en la playa de viña del mar

quiero tener una aventura contigo, desgarrada, grácil, que no se borre, violenta y tímida a un tiempo, quiero tener la pasión que nunca entiendo, la luz crepuscular de tus develos, quiero tenerte entre mis brazos hasta que te aburras de mi y me maldigas, quiero tanto de ti, te quiero tanto. quiero saber tus venganzas, la palabra muerta en tu boca, el beso dulce de tu vientre bajo, la cruz que cargas cuando no piensas en nada, quiero llamarte amor pa que el olvido nunca llegue, quiero gozarte, ponerme de rodillas, lamer tu simiente amarga las noches, los veranos,quiero tocar tu pecho y que mueras ese instante,quiero viajar contigo a donde no has imaginado, quierodecirte amor y que calles de emoción, quiero morir por ti, dolerte, que me duelas, que me arranque la aurora el dolor, la despedida,quiero soñarte siempre besando las caricias de mi pubis, abierto, florecido,quiero reventar contigo, putridos, locos, sorprendidos, sencillamente enamorados, quiero tener contigo una aventura, como lo ha marcado así, el velo, nuestra historia.

elevador de valparaíso

valparaiso


valparaiso


chanchito y chanchita


dunas del valle calchaqui


en las dunas del valle calchaqui


lunes, 14 de enero de 2008

30 de octubre 2007, Mar del plata

Íntimo, intimísimo
las palabras brotan agudas
en mi pensamiento,
podés, mirá...
y el cuerpo siente los pasos
de la experinecia contagiosa
de esas palabras
que otros usan para nombrarle.
La risa y el dolor,
descubriendo lo otro,
lo de aca, lo más cercano al sur...
lo que arrastra las palabras
hacia otro infito indescifrable aún para mi oído.

Espesas miradas a mi extrañesa de mujer extranjera
-vos, de dónde sos?-
como se hace para decir
que no se es de ninguna parte.

-soy del viaje, de la impresion
de ver la cordillera de los andes desde el cielo,
de los caminos que he construido caminando-

-vos, de dónde sos?-
de ningun lado.
de aqui cuando estoy aqui,
de mi misma cuando no encuentro salida.
de otros cuando viajo.
de otras cuando viajo.

El río de la plata, 1ro. de nviembre 2007

RÍO

El agua choca
con insistencia
de este lado de la tierra
en que me encuentro.

El agua retumba
contra las piedras,
cálida, sin distracción,
sin miramientos.
No es cruel,
el agua nunca es cruel,
es fulgurante de plateados,
es calma
que se avecina vibrando,
es el movimiento tenue
del girar de la tierra
que a mi regazo se acerca.
Yo la respiro,
agua rica, dulce, dulce,
agua que muerde suavemente
mis tobillos.
Agua viviente
al lado de una ciudad lúcida
llamada Buenos Aires.

7 de noviembre, Uruguay

"Colonia de Sacramento, Uruguay"


Hay días frágiles
que nacen
desmoronandose.
hay sacos rotos
de donde escapan
las estrellas
y se riegan
por la cúpula
de Colonia.
hay aguas de río
que, a veces, son azules,
otras café, verde-amarillo.
Hay vientos que soplan
tan fuerte que avivan
el cuerpo, la noche
y las heridas.
Hay estrellas que en
conjunción forman papalotes,
mantarrayas, mantis religiosas.
Hay estrellas que se mueven
y reunen los fragmentos
de los días que nacen
desmoronandose.


"tengo en el pie izquierdo"



tengo en el pie izquierdo
un par de estrellas,
más arriba,
en la pantorrilla,
nace una flor
de pómulos blancos.
Nacen por
mis piernas líneas azulosas
que trepan a mi pubis.
Mi pubis,
lugar de cálidos sonidos,
mi pubis, lugar
de gritos húmedos,
de rememoraciones calladas
también, de cosas que nunca
contaré a nadie,
de luces,
entradas y salidas.
Mis piernas,
enredaderas que trepan
más allá de mis nalgas,
llenas de luces,
de flores y de estrellas
en su base,
mis pies,
llenos de colores,
de piedras preciosas,
de nombres,
de oscuros deseos,
de las cosas que nunca diré,
de las que grito en cada madrugada.
mis pies que caminan
y se llenan de flores,
de peces de colores,
de piedras preciosas,
de nombres.

valle calchaqui

la llama coqueta de la yesera

La yesera, Valle calchaqui

La yesera, valle calchaqui

en el río del Valle calchaqui

Lorena en el anfiteatro

Valle calchaqui

la vaca-perro llamada Jaime

la pura buena vibra

de porque el vino es bueno para la vida



bodega de vinos "La escondida"

Valle calchaqui

“Iguazú, un poema imposible”

La ventisca húmeda del agua,
salta sobre la rojiza tierra que se impone,
agua, caída interminable,
creando velos de agua,
borbotones, colchones blancos, espumosos.
Agua que se torna campo de surfeo,
que toca la oscuridad de la mañana,
continuo se deshace y se renueva.
Reunida
de su ser agua
que rojiza mana
desde las alturas
reunida en el punto tres frontera,
el vientre purpúreo de la selva
paraguaya, argentina y brasileña.



“Escribir poema”

El poema se escribe tras mis pasos,
mis pasos escriben el poema.
El poema intenta no decirlo,
decir remitiendo a la otra cosa,
a eso que no es texto,
que es frontera,
antesala sospecha otra cosa.
La cosa misteriosa
que es la vida
la vida que se escribe
y no se escribe
en el poema.

Hito tres fronteras

"La magia"

Abría la palma de la mano,
de ella salía barro
convertido en magia blanca,
rozaba mis manos y ahi estaba,
mi magia infinita
luz de mis pasos-acompaña,
ahi conmigo el brillo más potente,
mi luz mi propia luz
proyectada en el infierno,
ahi entre mis manos el calor,
la otra acera
donde recorro mi camino.

"mis pasos"

Ya mis pasos encaminados
se tornan maravillas,
estoy libre de todo
y sólida de carnes,
estoy entuzada
en mi madriguera
que llevo conmigo,
estoy porteña, salteña,
argentina de algún modo.


La garganta del diablo, Iguazú

domingo, 13 de enero de 2008

"Quiero ir contigo"

Quiero ir contigo
a bicicletear por el mundo.
Una pareja de locos que agarró camino
y se hizo a la mar en dos ruedas.
Si pasáramos volando
en nuestro sueño redondo,
andino, veloz,
y tú fueras mi amante
y yo fuera tu amante,
y estuvieramos juntos,
no te extrañaría tanto.


"Ayer"

Ayer me sentí astro,
los pies ligeros lanzados a otros mundos.
ayer estaba titilante,
ebria abierta en dos,
por la mitad,
borbotones de piel, lujuria y paz saltaban,
temblorosa, pálida, coqueta, maravillada
pisaba sobre la luna
cruzando la luz hacia la montaña.
era yo, igual que ahora,
desecha, inerme, inexpurgable,
blanda, tibia, hiriente...
era yo, la soy-ahora,
la que contempla el vacío
y se sonríe.

"Si vinieras conmigo"

Si vinieras a caminar conmigo
y yo recuperara mi voz,
si yo te diera un diente de león
para que rescataras tus sueños,
si vinieras conmigo
y aquí te estuvieras,
y sonrieramos juntos,
y buscaras conmigo estos y aquellos animales,
que feliz
que feliz sería de amarte
como te amo.

jueves, 10 de enero de 2008

El anfiteatro


cafayate


de porque decidí ponerme a escribr y no otra cosa

Decidí escribir porque creía que los poetas hablaban sobre todo de dolor y a mí me dolía todo y no sabía decir cómo, ni por qué, ni desde cuándo. Sentía el infinito bajo las plantas de los pies, caminando conmigo, dejando una baba dorada que sólo yo podía ver.
Quise escribir para decirles a otros mi versión del mundo, todo podía ser bello en un instante y al momento siguiente ser lo contrario, o cualquier otra cosa indefinida. Quise pasar las tardes observando el tiempo entre los sonidos de las chicharras, esas tardes soleadas, sentadas en el techo de la casa mi abuela, mi pequeño mundo, que en aquel tiempo estaba lleno de otros tantos pequeños mundos que no querían acabarse. Y nos reíamos y guardamos silencio, las tardes, yo, las chicharras, los múltiples personajes que nos acompañaban. Y todo eso lo vivía exponenciado, en un terreno frágil, lúgubre, lleno de carencias. Quería que me miraran, que los grandes, los adultos vieran las cosas bellas que yo había creado en el refugio, casa de mi abuela, y nadie lo notaba. Me veían, quién sabe que estarían pensando al verme, y así estaba yo afligida de no comunicar, frustrada de encontrarme sola en mi silencio, entre esos dos mundos, el mío, el de verdad y el de ellos. No podía confiarle a nadie el hallazgo, el cachito de vida que se alzaba dentro de mi casa, el pensamiento. Estaba llena de emociones.