Desde aquí me miro te miro nos miramos
Somos presa vacía del estanque
Somos suspiro imprescindible de la noche
Somos dos piernas dos manos dos agujas
Desde aquí te estoy mirandoMe atrevo a descender a tus abismos
Me atrevo a levantar el alba ausente
No somos lo que nos dijeron, ni lo que pensamos, ni lo que creímos
somos arrugas que no cesan
historia perdida en ruinoso edificio abandonado
no somos la muñeca de algún hombre
ni la princesa del cuento maravilla
sin embargo hacemos magiaentre nuestros dedos se cuela el hambre de los tiempos
hacemos magia al reventar nuestros vientres encendidos
hacemos magia al enfrentarnos al pasado y salir fortalecidas
hacemos magia al despertarnos con los ojos cerrados y ver la noche aterrizar en nuestras faldas
un cuerpo se nutre del día que lo irradia
vulnerableun cuerpo va pescar su propia sombra
se encuentra perdido en tierras que no saben de su historia
la abertura de la que emana mi magia
tiene el mote de una herida
la nominaron tan mal desde el principio
que hoy tiene que buscar su propio nombre
cada arbusto árbol tigre ser humano
tiene su lugar o lo arrebata o lo exige o lo cambia y lo transforma
siempre andamos en busca de la nada
de un cuerpo que es el nuestro y que es velado
siempre andamos robando los espacios
de otros cuerpos que vendrán a despedirnos
no somos el claro de luna que dijeron nuestros padres
no somos la flor naciente que anuncia la revista
somos la innombrable parte de este mundo
que ya no usa letras pa decirse
desde aquí me miro te miras nos miramos
somos presas locas de la ficción de nuestra carne
alguien mintió sobre nuestra cuna
y en otra luna crecimos orbitando
alguien mintió en nuestra ausente infancia
y los rulos del cabello se volvieron lacios
la carne se condensa
infinitamente brilla
fractal se fragmenta
emblema indisoluble
mis piernas se caminan
mi manos se adelantan
mi pecho se florece en cada esquina
los dedos de mis pies se tornan avesen mi piel se engendra el tiempo adelantado
sospecha adivina es visionaria
en mi piel se avecinan las tormentas
y en la boca del estomago presiento dulcemente
el miedo de los otros embrionario
desde aquí te miro, me miro, nos miramos
hacemos confesión de sernos presas
dejamos en el viento el temor a equivocarnos
a ser piezas de pan o de vacío
desde aquí te miro, me miro, nos sorprende
encontrarnos hasta ahora
lamer tiernamente nuestros ojos
abrir lentamente la rendija
dejar pasar a la sin nombre
gritarque no alcanzamos a nombrar las cosas
esculpidas pulidas ensartadas bordadas diluidas
en las orillas de la carne.