lunes, 14 de enero de 2008

“Iguazú, un poema imposible”

La ventisca húmeda del agua,
salta sobre la rojiza tierra que se impone,
agua, caída interminable,
creando velos de agua,
borbotones, colchones blancos, espumosos.
Agua que se torna campo de surfeo,
que toca la oscuridad de la mañana,
continuo se deshace y se renueva.
Reunida
de su ser agua
que rojiza mana
desde las alturas
reunida en el punto tres frontera,
el vientre purpúreo de la selva
paraguaya, argentina y brasileña.



“Escribir poema”

El poema se escribe tras mis pasos,
mis pasos escriben el poema.
El poema intenta no decirlo,
decir remitiendo a la otra cosa,
a eso que no es texto,
que es frontera,
antesala sospecha otra cosa.
La cosa misteriosa
que es la vida
la vida que se escribe
y no se escribe
en el poema.

No hay comentarios: