viernes, 15 de febrero de 2008

1 noviembre 2007
Las palomas de Buenos Aires
tiene sus picos muy chistosos.
Andan traviesas, descabezadas,
locas como son en cualquier parte del mundo,
pican aca, pican allá.
Descansan reposando sus plumas
que el aire juguetea.
Caminan moviendo sus cabezas en zigzag.

6 de noviembre de 2007
Buenos Aires está lleno de tinieblas,
la gente sale por las noches y los crepúsculos,
se escuchan las pisadas de los monstruos
que no acaban de pasar.
Buenos Aires está llena de tierra fétida,
de entrañas, de dulces estertores,
de cruentos regocijos por donde danza la ira.
Buenos Aires tiene alma de murciélago
y sus luces son finos filamentos
de la ordenada vida que sus habitantes gozan.

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