miércoles, 24 de marzo de 2010

desde aquí me miro

Desde aquí me miro te miro nos miramos
Somos presa vacía del estanque
Somos suspiro imprescindible de la noche
Somos dos piernas dos manos dos agujas
Desde aquí te estoy mirando
Me atrevo a descender a tus abismos
Me atrevo a levantar el alba ausente
No somos lo que nos dijeron, ni lo que pensamos, ni lo que creímos
somos arrugas que no cesan
historia perdida en ruinoso edificio abandonado

no somos la muñeca de algún hombre
ni la princesa del cuento maravilla
sin embargo hacemos magia
entre nuestros dedos se cuela el hambre de los tiempos
hacemos magia al reventar nuestros vientres encendidos
hacemos magia al enfrentarnos al pasado y salir fortalecidas
hacemos magia al despertarnos con los ojos cerrados y ver la noche aterrizar en nuestras faldas


un cuerpo se nutre del día que lo irradia
vulnerable
un cuerpo va pescar su propia sombra
se encuentra perdido en tierras que no saben de su historia

la abertura de la que emana mi magia
tiene el mote de una herida
la nominaron tan mal desde el principio
que hoy tiene que buscar su propio nombre

cada arbusto árbol tigre ser humano
tiene su lugar o lo arrebata o lo exige o lo cambia y lo transforma
siempre andamos en busca de la nada
de un cuerpo que es el nuestro y que es velado
siempre andamos robando los espacios
de otros cuerpos que vendrán a despedirnos
no somos el claro de luna que dijeron nuestros padres
no somos la flor naciente que anuncia la revista
somos la innombrable parte de este mundo
que ya no usa letras pa decirse


desde aquí me miro te miras nos miramos
somos presas locas de la ficción de nuestra carne
alguien mintió sobre nuestra cuna
y en otra luna crecimos orbitando
alguien mintió en nuestra ausente infancia
y los rulos del cabello se volvieron lacios
la carne se condensa
infinitamente brilla
fractal se fragmenta
emblema indisoluble

mis piernas se caminan
mi manos se adelantan
mi pecho se florece en cada esquina
los dedos de mis pies se tornan aves


en mi piel se engendra el tiempo adelantado
sospecha adivina es visionaria
en mi piel se avecinan las tormentas
y en la boca del estomago presiento dulcemente
el miedo de los otros embrionario

desde aquí te miro, me miro, nos miramos
hacemos confesión de sernos presas
dejamos en el viento el temor a equivocarnos
a ser piezas de pan o de vacío
desde aquí te miro, me miro, nos sorprende
encontrarnos hasta ahora
lamer tiernamente nuestros ojos
abrir lentamente la rendija
dejar pasar a la sin nombre
gritar
que no alcanzamos a nombrar las cosas
esculpidas pulidas ensartadas bordadas diluidas
en las orillas de la carne.

1 comentario:

Anónimo dijo...

fluîdo vertical, generoso como una herida, poema inmerso en el cuerpo y en el cuerpo del lenguaje, verbo, cuerpo, fulgurancia del grito desde la carne.
Bellas imágenes : "me atrevo a levantar el alba ausente" "somos arrugas que no cesan", o "dejamos en el viento el temor a equivocarnos" o "en la boca del estómago presiento dulcemente
el miedo de los otros embrionario".
Gracias, un saludo