sábado, 23 de mayo de 2009

esta noche duermo con el vacío entre las piernas, duermo con su terrible resoplido de melancolía callejera soplando suave en mi entrepierna, esta noche me coloco frente a frente al corazón barato de la miseria, me pregunto por lo que nunca ha llegado hasta mi puerta, me pregunto por qué con una sin razón y una desesperanza que me marchitan el vientre, estoy a punto del colapso, de una miseria mayor. me columpio entre los verdores del entrante verano, me columpio en un alivión de miedo, me columpio en mi propio desquiciado y manso manso manso recuerdo de lo que quise ser y se quedo dormido como sobre un campo de trigo de los cuentos que lei en la niñez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy bonita y muy lograda la manera como la infancia va insinuándose poco a poco para darle una gran amplitud al sentimiento de frustración que baña y desespera el texto. Tendría una objeción al final o una duda sobre la última coma: ¿no sería "sobre un campo de trigo de los cuentos que leí en la niñez"?
Un saludo
Y gracias por pasar por Tajalápiz.

Marina Ruiz Rodríguez dijo...

vos que comés que adivinás?