jueves, 15 de mayo de 2008

poesía de pájaros

Poesía de pájaros I

Me lengüiritas y me arrepretujas
Me sobrepones con mi rembrujos
Me cululeyas las festifloras
Y me revientas las lolejanas
Con torbellanas de tus aletas
Que como plumas de cigofonte
de los coroles dejas cayendo
un cadena pruca que pruca
el movimento de tu calele
y el cigofonte de tu cabello.

Poesía de pájaros II

Una vez Cortázar vio un pájaro chocar contra un vidrio
Otra vez el pajarito se metió a casa de mi abuela o de mi tía
En otra ocasión lo encontré bajo un árbol y le di moscas pa comer
Leí un cuento tenebroso sobre él
Una cinta de cabello traía impresa sus palabras
Documentales de tantos lados llegaron a la pantalla
Sentí rozar su alitas pequeñas mientras lo guardaba en una loncherita amarilla
Pa llevármelo a la escuela.
Una vez tuve un pajarito, y tal vez fue el mismo de Cortázar, de la casa de mi tía o de mi abuela, del árbol del cuento, de la mosca, del cabello, de los nidos sobre el calentador de la casa, de las cientos de plumas que he recogido en las calles tal vez deseando un reencuentro, pero hay tantos que alguna vez tuve, vi sentí volar se fue,
por eso tuve que escribir el cuento de un hombre que sacaba a pasear su corazón que traicionándolo y volviéndose un pájaro huyó.

III
Solía volar cuando era necesario,
Tocar los velos los murmullos de las cosas moviéndose levemente bajo las copas de los árboles, el sonido del pasto, el largo pasto, bailando bajo la lluvia,
Esos días rafa y yo sentíamos el cuerpo frío de tanta agua y ganas de seguir volando sobre una ciudad subibaja, espacios reconocidos hasta sus pequeños detalles, encontrábamos ciertos personajes que nos acompañaban como lilas por el camino, y eran hermosos y usaban perfumes de colores y volaban con nosotros.
Éramos una y otra vez esos reptiles con alas, que no tiene nombre por que a diario se reinventan (lo reinventábamos). Jugando serpientes hacíamos palabras escaleras que transportaban una terraza hacia algún sitio barranca abajo, donde semillas, raíces y ranas cantaban despacio. Curiosamente en esa época jamás fumamos marihuana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Notable poema en glíglico. Digno heredero de Oliveira.
Un saludo desde le pont des arts