lunes, 14 de enero de 2008

El río de la plata, 1ro. de nviembre 2007

RÍO

El agua choca
con insistencia
de este lado de la tierra
en que me encuentro.

El agua retumba
contra las piedras,
cálida, sin distracción,
sin miramientos.
No es cruel,
el agua nunca es cruel,
es fulgurante de plateados,
es calma
que se avecina vibrando,
es el movimiento tenue
del girar de la tierra
que a mi regazo se acerca.
Yo la respiro,
agua rica, dulce, dulce,
agua que muerde suavemente
mis tobillos.
Agua viviente
al lado de una ciudad lúcida
llamada Buenos Aires.

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